¿A cuántos talleres has asistido esperando que sea "EL taller" que finalmente te cambiará la vida? ¿Cuántas sesiones de coaching, libros y charlas has pagado para al final darte cuenta de que sigues igual o peor que al inicio?
Pues si no es tu caso, te cuento que yo sí pasé por esas y que fue (además de caro) super agotador y frustrante. Me convertí en la "eterna estudiante" que seguía buscando y buscando, que hacía a full sus tareas pero que seguía sin lograr los resultados esperados. Nada cambiaba a largo plazo, nada me daba lo que verdaderamente buscaba.
Lo peor de todo es que ya no era esa carajilla recién salida del cole con "la vida entera por delante", sino que era "la mamá de, la esposa de, la hija de, etc" con miles de roles y expectativas por cumplir. La energía ya no daba, el día nunca me rendía para quedarle bien a todos y la lista de pendientes era cada más más grande.
Poco a poco mi nivel de frustración se disparó hasta que me tocó ver de frente a la famosa señora esa llamada "Depresión". Esa que oímos nombrar, pero que no es hasta que la tenemos de frente y viviendo con (en) nosotros, que comprendemos su dureza y su poder. Y fue luego de uno de nuestros encuentros apasionados de revolcón y medio, que comprendí que había estado buscando en el lugar equivocado, que fijo había algo más que no estaba siendo capaz de ver a pesar de todos mis esfuerzos.
Claro que los talleres sirven, claro que los libros son super enriquecedores y claro que el acompañamiento profesional es super valioso, pero la magia se da cuando finalmente entendemos que el ingrediente secreto para el cambio SOMOS NOSOTROS MISMOS. Ni el taller, ni el curso, ni el coach nos sacan del abismo, la vida caótica, las relaciones fallidas, las dudas o las deudas. Sería más fácil claro, pero no funciona así. Es con nosotros mismos con quien tenemos que hablar, a quien tenemos que ver y escuchar, a quien tenemos que amar, a quien tenemos que perdonar, a quien tenemos que darle un aire. Simple? No. Valioso? ABSOLUTAMENTE!
Para ese momento y luego de tres millones de intentos (you name it, I did it) dejé mis juicios y me di la oportunidad de iniciar ese trillado "viaje al interior" y de entender qué era eso de "vivir en el momento presente" y BINGO! Todo cambió! Algo así como cuando aprendemos a leer y ya no podemos dejar de ver lo que dice cada rótulo que nos pasa al frente. Wow. Tanta cosa, tanto intento fallido, tanto tiempo y las respuestas estaban justo aquí, conmigo.
Claramente mi gusanito de docente y psicopedagoga no se quiso quedar ahí quieto e hizo que aquello se convirtiera no sólo en mi chaleco salvavidas sino en un tema absolutamente apasionante para mi.
¿Me quitó lo acelerada y lo super (super, super, super) hablantina? No! Pero me permitió canalizar toda mi energía en un proyecto que hoy pretende ser justo ese apoyo para quienes se sienten cansados de las ataduras de la mente. Para quienes en el fondo saben que la vida va más allá de pasar los días resolviendo problemas y resignándose con lo que toca. Para quienes han decidido dejar de vivir en piloto automático y que se atreven a entrarle a desafiante tarea de "verse de frente". Recordar nuestra esencia, nuestro valor, nuestro propósito. Soltar falsas creencias, miedos e historias del pasado que no son más que historias. Hacer las paces con el YO enjuiciador y despertar al sabio interior que TODOS, absolutamente TODOS llevamos dentro.
Así que de eso se trata Love & Soul, de un espacio creado para que juntos podamos ver desde una nueva perspectiva todo aquello que se dice sobre la meditación, el mindfulness y el minimalismo. Un enfoque basado en la SIMPLICIDAD Y BIENESTAR. Romper mitos, compartir experiencias, liberar la mente y reconectar con nuestro SER. No desde la perfección sino desde lo que estamos viviendo y sintiendo. Poder llenar de paz y armonía nuestro momento presente y sentirnos libres y merecedores de compartir con el mundo nuestra luz. Dejar las máscaras, los juicios, las condiciones y simplemente vibrar desde la autenticidad, permitiéndonos reír de nuestros errores (que son en realidad valiosas lecciones) y ser menos duros con nosotros mismos y con los demás. Dejar de buscar fuera y de una vez por todas encontrar las respuestas.
Gracias por estar aquí, gracias por impulsarme a vencer mis propios miedos un día a la vez y gracias por la energía que aportas a este proyecto.
Y ahora sí, que sigan las sorpresas y las bendiciones. :)
Abrazo,
Rebe
