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¿SONRIES O ERES FELIZ?


"Matías recogé tu paño, Juli guardá tus zapatos. Chicos apúrense que es tarde". Y ahí continuaba la lista de tareas por cumplir, las eternas carreras y los pleitos desde que arrancaba el día. Trataba de que todo se cumpliera "a la perfección", a "mi manera" y con eso sin darme cuenta estaba aniquilando no sólo la armonía de mi hogar sino mi propia paz mental.

Hoy se celebra por sexta ocasión el Día Internacional de la Felicidad. Día que nace luego de que a nivel mundial se tomara consciencia sobre la importancia que tiene este aspecto en la vida de TODOS los seres humanos. Sin embargo, a pesar de que sabemos que la felicidad es algo valioso, poco nos percatamos de que esa felicidad que tanto buscamos fuera, está más cerca de lo que creemos.

Es evidente que para cada quien la felicidad tiene un significado distinto, pero lo que es común para todos es que la verdadera fuente de felicidad se encuentra en NUESTRO INTERIOR. PUNTO. No es la casa impecable, ni el llegar a tiempo, ni el viaje, ni la ropa, ni el ascenso en el trabajo lo que nos produce verdadera felicidad. Todo eso nos alegra claramente, pero esos no son más que estados pasajeros. La verdadera felicidad proviene de una conexión auténtica con nuestro interior. Con aquello que nos hace sentir plenos, tranquilos, seguros, amados y felices. Pero todo esto depende de nuestra ACTITUD. Mi afuera puede ser maravilloso, pero si mi actitud es negativa, nada me hará sentir bien. Por otro lado, si mi actitud es positiva, ni siquiera un afuera desafiante, me traerá al suelo. Lamentablemente nos han criado con la idea de buscar siempre la perfección, de mostrar al mundo nuestra mejor cara, de callar todo lo malo y competir entre nosotros por "demostrar que somos los mejores". Pero esto es simplemente IMPOSIBLE y es el ladrón #1 de nuestra felicidad. Todos tenemos días no tan buenos, donde andamos con las pilas bajas y donde creemos que le hemos fallado al mundo y a nosotros mismos de la peor manera. Pero esto al igual que todo lo demás, es una idea pasajera y no una verdad absoluta. Por lo que si aprendemos a no apegarnos a ella, daremos espacio para que nuestra felicidad no dependa de factores externos y que sea perdurable en nuestras vidas. Podemos ser felices a pesar de todo aquello que sucede alrededor.

Tenemos un cuerpo pero no somos ese cuerpo. Tenemos una mente, pero no somos esa mente. Somos esa energía y luz maravillosa que yace dentro de cada uno de nosotros. Esa que se siente y se comparte cuando dejamos de lado nuestras propias exigencias y las exigencias del mundo y nos permitimos simplemente SER y conectar con nuestro momento presente. Ser feliz es muy distinto que ESTAR feliz. Al elegir poner nuestra atención plena en SERLO, estamos eligiendo también poner nuestro enfoque en lo que nos alegra, en lo bueno, en la esperanza, en la alegría. Reconocer que no es que lo negativo no exista, sino que desde la capacidad que tenemos SIEMPRE para elegir, elegimos SER FELICIDAD. LA FELICIDAD ES UNA ACTITUD MENTAL, NO SUERTE DE UNOS CUANTOS.

Así que aprovecho esta reflexión para compartirles algunas de las prácticas que personalmente incluyo en mi vida y que me hacen reconectar con ese estado de felicidad intrínseca.

1. GRATITUD. Agradecer nos permite reconocer todo lo hermoso que tenemos en nuestras vidas y que por lo general tienden a pasar desapercibidas. Desde el mismo instante que abrimos los ojos hasta el poder ir a dormir en un espacio seguro, todo el día está lleno de aspectos que merecen nuestra gratitud. Generalmente uso distintas técnicas (ya que me aburre apegarme a sólo una) que van desde minuto de gratitud antes de abrir los ojos y salir de la cama o ya en la noche antes de quedarme dormida, hasta rondas de gratitud con mis hijos mientras vamos en el carro. En fin, el punto es traer al plano consciente todo lo que apreciamos de nuestra realidad.

2. MEDITACIÓN COMPASIVA. La misma práctica de meditación nos da un espacio para ser compasivos con nosotros mismos. Dejar de juzgarnos por no estar tan concentrados a "como deberíamos" o a simplemente amarnos a pesar de los errores cometidos durante el día. Es un espacio para reafirmar que nos apreciamos "a pesar de" y llevar amor y compasión a nuestro ser. Igualmente podemos aplicarla con otros al traer a nuestra práctica el dejar que las cosas sean, aunque esto signifique que no se hagan "a nuestra manera".

3. ACTOS BONDADOSOS. Dar amor y darnos es siempre un acto que nos eleva la sensación de felicidad. Ser capaces de ver más allá de nuestras propias necesidades y dar a otros una mano. Una sonrisa, una ayuda, una palabra de aliento. Lo que sintamos pero que nos lleve a conectar con otros y a romper con los círculos del egocentrismo.

4. COMPASIÓN HACIA OTROS. Cada quien hace lo mejor que puede con los recursos que tiene disponibles en el momento. Dejar de ser tan duros y permitir ver con ojos de amor. Entender que el otro puede estar pasando por un mal momento y que nuestra actitud puede ser de verdadera ayuda. Compasión vista no como "lástima" sino como tolerancia, paciencia y receptividad.

5. ME TIME. Dejar fuera la culpa y saber que puedo darme al menos pequeños espacios diarios para hacer lo que me haga sentir feliz. Una canción que disfrute, unos minutos para leer, prepararme una buena merienda, hablar con alguien especial o incluso dedicar un rato para ver imágenes del lugar al que quiero viajar próximamente. La cosa es todos todos todos los días hacer algo por tu propia felicidad.

Claramente el adoptar una actitud constante de felicidad no es algo que se logra de la noche a la mañana ya que venimos con programaciones mentales de muchísimos años, pero sin duda es una decisión que cambia por completo la vida y cada una de nuestras experiencias en ella.

Personalmente no ha sido fácil pero ahora me doy cuenta de que tengo derecho a ser feliz, derecho a darme tiempo para aprender de mis errores, a ser humana, a ser mi mejor compañera de viaje. Derecho a ir más despacio y poder disfrutar del camino y sobre todo derecho a conocer lo que realmente me hace feliz. Por otro lado, con cada derecho vienen también nuestras obligaciones, que en este caso nos llevan a ser lo suficientemente humildes y justos para reconocer y respetar el derecho que tienen los demás a ser felices también sin tanto stress o exigencias de nuestra parte.

¿Qué piensas sobre la felicidad? ¿Qué te hace verdaderamente feliz?

Abrazo fuerte y bendiciones abundantes para ti en este día. :)

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